“Chile, país de gran belleza, ofrece al viajero una naturaleza indómita plagada de contrastes. Al norte, el desierto de Atacama, el más árido del mundo, cuna de ancestrales culturas indígenas; en el centro, los paisajes con sabor mediterráneo caracterizados por fértiles valles vinícolas que dan vida a Santiago; en el Sur, lagos, ríos salvajes, volcanes y bosques que regalan paisajes inolvidables; en el extremo del continente Patagonia, sinónimo de fiordos, extensos campos de hielo e imponentes macizos graníticos que ofrecen un territorio plagado de paisajes extremos, aptos para la aventura. Y aún más, a 3.790 km del continente, la Isla de Pascua, la mítica “Rapa Nui”, que en lengua local significa “el ombligo del mundo”. Patrimonio de la Humanidad desde 1985, es reconocida como el mayor museo al aire libre del mundo“.