ALASKA ACTIVA

Embarque en vuelo regular con destino Anchorage, vía ciudad/es de conexión. Llegada y traslado por nuestra cuenta al hotel. Alojamiento. Resto del día libre en la ciudad más poblada del estado, erigida entre la ensenada de Cook y las montañas Chugach.

Por la mañana recogida del coche de alquiler y salida en dirección norte atravesando las fértiles tierras del valle Matanuska. Llegada al Parque Nacional Denali y alojamiento. En la tarde podrán disfrutar de un divertido rafting que liberará toda la adrenalina en las turbulentas aguas del río Nenana, de origen glaciar.

Nos encontramos en el territorio del Parque Nacional Denali. Sus imponentes torres de granito y cumbres nevadas se extienden sobre más de 250 km. de la cordillera de Alaska. Este horizonte está dominado por el pico más alto de América del Norte, el monte Denali (antes McKinley), con una altura de 6.194 metros, una de las vistas más increíbles de Alaska. Pero no es solo la montaña lo que hace al parque un lugar especial. Es refugio de numerosas especies de mamíferos y aves: linces, alces, lobos, osos pardos y grises y la impresionante águila dorada. Tenemos a nuestra disposición el acceso a 8 horas de shuttle hasta el centro de visitantes de Eielson, con la libertad de descender del autobús para caminar y fotografiar el paisaje y posteriormente abordar un nuevo transporte.

Continuamos la ruta dirigiéndonos el Centro de Aguas Termales de Chena, atravesando el valle del río homónimo. Descubiertas por buscadores de oro en 1905, llevan más de un siglo siendo uno de los lugares de esparcimiento favoritos de los habitantes de Fairbanks. Las instalaciones cuentan con piscinas interiores y exteriores, jacuzzis y el lago Rock. Alojamiento

Día libre a disposición para explorar en bicicleta la región.

Transitamos por la Nordale Road y Richardson Highway hasta alcanzar Delta Junction. Antigua estación del telégrafo, vivió la fiebre del oro y fue escogida durante la década de 1920 por el programa de importación de búfalos del gobierno. Hoy acoge el santuario de bisontes Delta, creado para contener a un rebaño libre de más de 500 animales. Continuamos a Glenallen, puerta de acceso al vecino parque Wrangell-St Elias.

Algo menos de tres horas de carretera nos separan de Valdez, pequeño puerto de apenas cinco mil habitantes ubicado en la profundidad del Prince William Sound y rodeado por altas montañas costeras.
Los alrededores de la ciudad invitan a la aventura gracias a la presencia del glaciar Columbia, a 40 km al oeste, y a los senderos Mineral Creek, que se dirige hacia las ruinas de las minas en las montañas, y Shoup Bay, que rodea Valdez y permite la visualización de glaciares.

Disfrutaremos de una excursión a uno de los glaciares de marea más atractivos del Prince William Sound. Nos desplazamos en un bote a motor hasta Shoup Bay y navegamos en kayak por unas cuatro horas disfrutando del escénico paisaje, con la posibilidad de contemplar la fauna silvestre que puebla la zona: patos, nutrias y focas de puerto, entre otras especies. Regreso en la tarde al hotel.

Regresamos sobre nuestros pasos, atravesamos el antiguo centro de abastecimiento minero de Copper Center y nos desviamos por la autopista Glenn hasta alcanzar nuestro alojamiento. En la tarde realizamos una caminata al Matanuska, uno de los glaciares más accesibles de Alaska, un río de hielo de más de 40 km de largo que sobresale de entre las montañas Chugach.

Salimos hacia la península de Kenai. Por el camino podemos detenernos en el Bosque Nacional Chugach, acceder al centro de visitantes Begich Boggs y visitar el glaciar Portage caminando por alguno de los senderos habilitados o realizando un paseo de una hora de crucero en barco por el lago. Llegada a Seward, pequeña ciudad de apenas tres mil habitantes, erigida al pie del monte Marathon y bañada por la hermosa bahía Resurrection.

Hoy realizamos un crucero para visitar el Parque Nacional de los Fiordos de Kenai, uno de los tesoros de Alaska. El territorio es una imponente colección de glaciares, procedentes en su mayoría del campo de hielo Harding, uno de los últimos que quedan en Estados Unidos. Las masas de hielo flotantes van tallando los valles que se llenan de agua de mar para formar los fiordos que dan nombre al parque. Durante la navegación es frecuente avistar la fauna marina que abunda en el lugar: leones marinos estelares, focas, frailecillos, águilas y ballenas. En la tarde podemos conocer el Museo de la ciudad y al Centro de Investigación de la Vida Marina (Sealife Center).

Continuamos la exploración de la península de Kenai. Salimos en dirección sudoeste atravesando Soldotna, la gran capital del famoso salmón Real, la pequeña aldea pesquera de Kasilof y la comunidad de Ninilchik, de profunda influencia rusa, con su vieja iglesia ortodoxa, sus cabañas de troncos ocultas entre altos pastos y el espectacular telón de fondo del monte Redoubt. Finalmente llegamos a Homer, localidad inmersa en un bello paisaje de montañas, picos nevados, glaciares y la célebre Homer Spit, una larga franja de tierra que se adentra en una bahía de color azul profundo.

Día libre en este excepcional paraje natural. Del otro lado de la bahía donde está Homer se encuentra el Parque Natural Estatal de la Bahía de Kachemak, un extenso paraíso con glaciares, montañas, calas protegidas para practicar remo y un extenso sistema de senderos para explorar a pie. En el ya mencionado Homer Spit se puede pasear por la playa o alquilar un barco.

Retornamos a Anchorage. Nos sugieren una parada en Girdwood para ascender en teleférico a la cumbre del Mount Alyeska y gozar de vistas espectaculares del paisaje circundante. A la llegada podemos recorrer el centro histórico y visitar el Museo de Anchorage, que exhibe una colección de pintura de artistas locales y utensilios de las grandes familias indígenas que fundaron el estado: esquimales, atabascanos y aleutas, entre otros.

Conducción al aeropuerto de Anchorage y devolución del coche de alquiler. Trámites de facturación y embarque en el vuelo con destino España. Noche a bordo.

Llegada y fin del viaje.