Proseguimos nuestra ruta por el país andino.Unas tres horas de camino nos separan de la Villa Imperial de Potosí. Situada a los pies del Cerro Rico (Sumaj Orcko), a más de 4,000 m.s.n.m., su historia está estrechamente ligada a la plata. A mediados del S. XVIII llegó a ser la ciudad más poblada del mundo, con más de 160 mil habitantes, gracias a las fabulosas vetas que albergaba el cerro. La riqueza de su patrimonio arquitectónico, unida a la presencia de culturas originarias, determinaron su nombramiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987. Conocemos más sobre su pasado visitando una mina, el mercado de “El Calvario”, donde los trabajadores mineros se proveen del equipo necesario para desarrollar su actividad, y el convento y museo de Santa Teresa, en estilo barroco mestizo.