Ruta 61: La Ruta del Blues

Embarque en vuelo regular con destino Chicago. Llegada, asistencia y traslado al hotel. Alojamiento. Tiempo libre para una primera toma de contacto con la “Ciudad del Viento”, como es comúnmente conocida esta metrópoli bañada por el lago Michigan. Recogida del coche de alquiler y conducción hasta la ciudad. Aprovechamos el resto del día para hacer una visita de la ciudad, considerada la capital mundial de la arquitectura. Edificios como el First Chicago Bank Plaza, la Civic Opera House, el City Hall, la sede del Estado de Illinois, el Aon Centre o el Pritzker Pavillion dan testimonio de ello. Accedemos a uno de los más emblemáticos, la Torre Willis, anteriormente conocida como la Sears Tower. Posteriormente recorreremos Wacker Drive a lo largo del río Chicago, visitaremos la Universidad de Chicago y contemplaremos el distrito de los museos y los pulmones de la ciudad, los parques Grand y Millenium. Resto del día libre. Por la noche es tiempo de sumergirnos, por nuestra cuenta, en el mundo del blues, locales como Buddy Guy’s, Kingston Mines o B.L.U.E.S. son buenas alternativas para una velada musical.

Partimos en dirección suroeste, acompañados por las suaves llanuras y campos de maíz de Illinois y Missouri. Programamos paradas en Joliet (Route 66 Welcome Center), Wilmington (drive-in Launching Pad, hogar del Gemini Giant), la gasolinera de Odell y el Dixie Trucker´s Home, área de servicio sede de la asociación de la Ruta 66 de Illinois, situada en Mc Lean. En Springfield, capital del estado de Illinois, además del Cozy Dog drive-in encontramos un centro histórico con interesantes edificios, entre los que destaca la que fue vivienda del presidente Abraham Lincoln.

Hoy nuestra ruta se dirige a St. Louis, donde nos alojaremos la noche de hoy. En el camino podremos encontrar disfrutar de un gigantesco banana Split en Doc’s Soda Fountain en Girard, antes de continuar a St. Louis. A nuestra llegada podremos visitar Gateway Arch, el puente más alto hecho por el hombre en Estados Unidos, que conmemora la visión de Thomas Jefferson y el papel de St. Louis en la expansión hacia el oeste de los Estados Unidos. Podemos visitar Soulard, para disfrutar de música en vivo o pasar la tarde visitando el Museo Nacional de Blues.

Nos dirigimos a la capital del estado de Tennessee, Nashville, santuario del country. A la llegada visitamos la ciudad: la Universidad de Vanderbilt, el Partenón, el parque del Bicentenario y el Salón de la Fama de la música country, donde se exponen imágenes, instrumentos, vestuario y documentales de este estilo musical que nació en el sur en la década de los 20, con fuertes influencias anglosajonas y afroamericanas. Por la noche acudimos al Wildhorse Saloon para bailar al ritmo del estilo Hot Country.

Tenemos un día completo en Nashville para ver todo lo que esta ciudad nos puede ofrecer. Podemos optar por ir a un concierto en el Auditorio Ryman, el histórico edificio de la iglesia que alguna vez fue el hogar del Opry. Cerca de allí, el nuevo arte fluye regularmente al Centro Frist para las Artes Visuales y no podemos olvidar degustar en alguno de sus restaurantes un plato de su gastronomía local. Por la noche, podemos aprovechar la ocasión para ir al Grand Ole Opry y ver a las estrellas de la música country de la actualizad.

Seguimos hacia Memphis, ciudad de peregrinación para los amantes de la música. Si Chicago fue refugio, Memphis fue la cuna del blues, género fuertemente enraizado en la música africana, expresado a través de los espirituales, las “work songs” y baladas, y que fue llevado por los esclavos al Delta del Mississippi. Sus acordes y notas han influido poderosamente en estilos como el rock and roll, funk y hip hop, entre otros. Tras cubrir unas tres horas de trayecto llegamos a la ciudad y recorremos las instalaciones del Sun Studio, donde B.B. King, Jerry Lee Lewis, Roy Orbison, Carl Perkins o Elvis Presley grabaron sus grandes éxitos. Continuamos con la visita al impactante Museo de los Derechos Civiles, ubicado en el edificio donde fue asesinado Martin Luther King. Por la noche pasearemos por la legendaria Beale Street, una sucesión de restaurantes, tiendas y club nocturnos en los que escuchar delta blues, jazz, rock ‘n’ roll, R&B y góspel.

No abandonamos Memphis sin visitar Graceland, mansión-museo en la que Elvis vivió sus últimos años. Después continuamos hacia Greenville, Corazón y alma del dela del Mississippi. Greenville es una ciudad histórica con una comunidad vibrante y un rico patrimonio cultural, que ofrece una combinación única de historia, patrimonio, atracciones culturales, excelentes restaurantes y eventos especiales.

En el camino a Natchez hacemos una parada en Indianola, Mississippi, para visitar el Museo B.B. King para conocer el mapa que ayudó a popularizar el Blues, una forma de arte verdaderamente estadounidense. Tomamos el sendero histórico de Natchez Trace Parkway que nos llevará a nuestro siguiente destino, Natchez, el asentamiento más antiguo de Mississippi.

La última etapa de nuestro viaje por carretera nos llevará a Nueva Orleans, Luisiana, donde el poderoso río Mississippi desemboca en el Golfo de México. En el camino, hacemos una parada en Baton Rouge, la capital de Louisiana y el centro de todas las cosas de Louisiana. Es el lugar perfecto para explorar la cultura ecléctica de este increíble estado. La ciudad tiene más de 300 años de historia, gran parte de la cual se puede ver en una arquitectura distinta, degustar comida deliciosa y aprender a través de su cultura única. Tras esta parada nos dirigiremos a Nueva Orleans, donde viajaremos a través de la historia, mitos y leyendas de una ciudad que creció al ritmo de la música, de la vida libertina, del clima inclemente, la magia, las mezclas étnicas y una gastronomía única. Recorremos las calles del Barrio Francés observando su impresionante arquitectura de porches, patios y hierros forjados. Observamos el Bayou San Juan, el canal utilizado por Jean Lafitte y su banda de piratas, a nuestro paso en ruta hacia el lago Pontchartrain. Y finalizamos en el famoso distrito de los Jardines apreciando las majestuosas mansiones y plantaciones edificadas en el S. XIX. En la noche nos recomiendan disfrutar de la improvisación rítmica que caracteriza al estilo del jazz de Nueva Orleans en cualquiera de los clubes nocturnos de Bourbon Street. Alojamiento.

A la hora indicada, traslado al aeropuerto y embarque en el vuelo de regreso a España. Noche a bordo.

Llegada y fin del viaje.