MÍTICA 66

Embarque en vuelo regular con destino Chicago. Llegada, retirada del coche de alquiler y conducción hasta el hotel. Alojamiento. Tiempo libre para una primera toma de contacto con la “Ciudad del Viento”, como es comúnmente conocida esta metrópoli bañada por el lago Michigan.

Disponemos de una larga jornada para disfrutar de las múltiples facetas que ofrece la ciudad. Una buena forma de comenzar el día es desayunar en Lou Mitchell´s, en West Jackson Blvd, tradicional punto de encuentro de los que van a emprender la larga ruta. Observamos los emblemáticos edificios que han hecho de Chicago la capital mundial de la arquitectura (Tribune Building, Willis Tower, el Aon Centre o el Pritzker Pavillion), paseamos por el Millenium Park, el gran pulmón verde de la ciudad, accedemos al Navy Pier, con sus cines, teatros y restaurantes, y visitamos el famoso Shedd Aquarium.

Partimos en dirección suroeste, acompañados por las suaves llanuras y campos de maíz de Illinois y Missouri. Programamos paradas en Joliet (Route 66 Welcome Center), Wilmington (drive-in Launching Pad, hogar del Gemini Giant), la gasolinera de Odell y el Dixie Trucker´s Home, área de servicio sede de la asociación de la Ruta 66 de Illinois, situada en Mc Lean. En Springfield, capital del estado de Illinois, además del Cozy Dog drive-in encontramos un centro histórico con interesantes edificios, entre los que destaca la que fue vivienda del presidente Abraham Lincoln. En Madison, el Old Chain of Rocks, uno de los históricos puentes metálicos de Estados Unidos, da entrada a Missouri. Nos alojamos en St. Louis, que nos recibe con el más alto de los monumentos del país, el Gateway Arch.

Atravesamos las tierras de Ozark, región pobladas de densos bosques, ríos y lagos. Nos detenemos en las cavernas Meramec, un extenso conjunto de cuevas naturales de piedra caliza cuyas formaciones y colores son tan únicos como hermosos. La carretera serpentea por la I-44, que sustituye en algunos tramos a la 66, aunque perviven las viejas señales que marcan el recorrido. En Cuba podemos contemplar numerosos murales, algunos de ellos relacionados con la ruta, antes de llegar a Springfield.

Recorremos apenas 20 km por el sudeste de Kansas y penetramos en Oklahoma, estado en el que la 66 aún mantiene numerosos kilómetros de su trazado original, aunque gran parte de ellos pavimentados de nuevo. Miami cuenta con el Vintage Iron, un museo privado con motos de época. Foyil tiene la fama de poseer el tótem más alto del mundo, con más 30 m. de altura y más de 200 pinturas. Claremore ofrece dos curiosos museos, uno dedicado a armas de fuego, con más de veinte mil piezas, y otro que recoge el legado de Will Rogers, viajero y escritor, defensor de la 66.
En Catoosa podemos fotografiar la gigante ballena azul, reclamo de un antiguo parque acuático. Finalizamos esta etapa en Oklahoma City.

Antes de abandonar el estado podemos detenernos en Clinton y en Elk City para conocer sendos museos dedicados a la carretera. Ya en Texas transitamos por antiguos territorios de caza de los indios Comanches y Kiowas. Nos detenemos en Shamrock para contemplar la Tower Station, gasolinera-restaurante que conserva su primitivo estilo art decó. Llegamos a Amarillo, centro comercial del Texas Panhandle, la laguna territorial formada al norte del estado. Estamos rodeados de todo lo que ha hecho famoso al estado de la estrella solitaria: estancias ganaderas, plantaciones de algodón y campos de petróleo.

No dejamos Amarillo sin visitar el curioso Cadillac Ranch, una instalación artística creada en 1974 que inspiró a Bruce Springsteen para crear la canción homónima. Ya en camino, una parada en el Midpoint Café de Adrian nos permitirá degustar los “ugly crust pies”, tartas de feo aspecto pero delicioso sabor. Accedemos a Nuevo México por territorio de la nación Comanche, hoy salpicado de pueblos fantasmas. Nos espera la ciudad más grande del estado, fundada por españoles en 1706.

Es un buen momento para disfrutar de una pausa, tras más de 2.200 km recorridos. Nos planteamos visitar el centro histórico de la ciudad, con edificios vinculados a su pasado colonial, y el Indian Pueblo Cultural Center, que recoge las huellas que dejaron las 19 comunidades indígenas que habitaron la región.

Hoy nos sugieren visitar la capital de Nuevo México, Santa Fe, la más antigua del país y fundada sobre las ruinas de un pueblo indígena. Aunque perdió su lugar en la Ruta 66 en 1938, sigue siendo una de las ciudades más pintorescas del estado. La ciudad es famosa por sus galerías de arte, museos y arquitectura india.

El paisaje se vuelve más árido al ingresar en Arizona, y la vieja 66 desaparece en muchos tramos del estado, sustituída por la I-40. Poco antes de llegar a Holbrook, donde descansamos, podemos visitar el Petrified Forest National Park, un sorprendente espacio natural que acoge espectaculares troncos de árboles totalmente petrificados, un desierto de diferentes tonalidades, recintos arqueológicos y fósiles de 200 millones de años de antigüedad.

Salimos temprano cruzando la localidad de Winslow, con algunos murales y figuras destacadas, y desviándonos brevemente para contemplar el Meteor Crater, un enorme socavón de 1,2 km de diámetro y 570 m de profundidad, provocado por un meteorito hace 50 mil años. Tras dejar atrás Flagstaff alcanzamos el acceso al borde sur de Grand Canyon, la espectacular garganta excavada por el río Colorado. Pasamos el día recorriendo los miradores que nos muestran las caprichosas formaciones y la gran variedad de tonalidades de sus capas de sedimentos. Recuperamos la 66 en Williams.

Continuamos por el oeste vía Seligman, donde encontramos la divertida hamburguesería Delgadillo Brothers. Unos kilómetros antes de llegar a Peach Springs podemos detenernos en las Grand Canyon Caverns, cuevas con incrustaciones calcáreas situadas a unos 100 m de profundidad. En las proximidades de Las Vegas visitamos la presa Hoover, el mayor proyecto de obras públicas de la historia de los Estados Unidos. Finalmente alcanzamos la capital mundial del juego y el entretenimiento nocturno.

Probar fortuna en los casinos, ir de compras a outlets o centros comerciales, disfrutar de las instalaciones del hotel o asistir a un espectáculo nocturno son algunas de las actividades que podemos realizar en este día libre en la ciudad.

Bordeamos el norte de la Reserva Nacional de Mojave y nos detenemos en la ciudad fantasma de Calico, uno de los pocos campos mineros originales que se conservan, erigido en torno a una vieja mina de plata. Apenas unos kilómetros más adelante, Barstow cuenta con el Route 66 Mother Road Museum, que ofrece una colección de fotografías y artículos vinculados a la ruta y las comunidades del desierto de Mojave.
Continuamos por Pasadena, West Hollywood y Beverly Hills hasta llegar al muelle de Santa Mónica y fotografiarnos junto a la señal de finalización de la ruta 66. Nos alojamos en Ananheim.

Podemos aprovechar la última jornada en Estados Unidos para explorar la ciudad de Los Ángeles, descansar en alguna de las numerosas playas de la zona o divertirnos en Disneyland, el parque temático de Disney.

Nos dirigimos al aeropuerto de Los Ángeles con suficiente antelación para devolver el coche de alquiler y embarcar en el vuelo de regreso a casa.

Llegada y fin del viaje.