AMERICA TRADICIONAL

Embarque en vuelo regular con destino Nueva York. Llegada y traslado al hotel. Tiempo libre para una primera toma de contacto con la isla de Manhattan.

Nos sugieren dedicar la mañana a explorar la isla en una visita guiada que nos mostraría los elegantes barrios residenciales del Alto Manhattan, con sus mansiones y museos; los grandes rascacielos del Midtown; los bohemios y vanguardistas barrios del sur, con su amplia oferta de galerías de arte, restaurantes y tiendas de ropa y el distrito financiero, protagonizado por Wall Street. Al finalizar el recorrido podríamos visitar el One World Observatory para gozar de increíbles vistas en 360º de la ciudad o navegar hasta Liberty Island para contemplar la famosa Estatua de la Libertad.

Nos trasladamos por nuestra cuenta a la oficina de alquiler de coches. Recogemos el coche de alquiler y partimos hacia la región de los Finger Lakes. En el camino podemos detenernos en Ithaca, ciudad universitaria a orillas del lago Cayuca, rodeada de bosques y reservas naturales protegidas. Continuamos al Parque Estatal Watkins Glen, junto al lago Séneca, en el que un conjunto de cascadas, arroyos y gargantas conforman un escenario espectacular. La zona es conocida además por reunir más de 30 bodegas que ofrecen catas y degustaciones. Seguimos nuestra ruta hasta Buffalo, donde nos alojamos.

Apenas 35 km nos separan de las famosas cataratas del Niágara, conformadas por tres conjuntos de caídas repartidas entre Estados Unidos y Canadá. Podemos realizar numerosas actividades en el área: sobrevuelo en helicóptero, navegación hasta la caída de las aguas, acceso a los miradores, almuerzo en la torre panorámica Skylon…En la tarde nos adentramos un poco más en la provincia canadiense de Ontario para visitar Niagara on-the-Lake, un pequeño pueblo colonial conocido por su arquitectura victoriana y sus reputados viñedos. Al final de la jornada regresamos a nuestro hotel en Buffalo.

Salimos temprano en dirección al “Dutch Country” o País Holandés, región del estado de Pennsylvania que alberga un número significativo de comunidades Amish y Menonitas. Sus habitantes mantienen usos, costumbres y prácticas del pasado como una forma de protección frente a la modernidad.

Seguimos el camino del pintoresco río Susquehanna, el más largo de la costa este de Estados Unidos, hasta llegar a Lancaster, donde se encuentra el asentamiento Amish más antiguo del país. Podemos conocer más cosas sobre su cultura y tradiciones visitando una de sus granjas. A menos de 100 km en dirección sudoeste encontramos Gettysburg, dónde tuvo lugar la batalla más decisiva de la Guerra Civil Americana. Finalizamos la jornada en Washington. Un paseo nocturno nos permitirá observar sus emblemáticos monumentos iluminados.

Exploramos la capital de los Estados Unidos, diseñada al estilo de las grandes urbes europeas, con grandes avenidas que culminan en rotondas, numerosos monumentos conmemorativos y el Barroco como estilo artístico predominante. Podemos visitar el Cementerio de Arlington, con las tumbas de los hermanos Kennedy, los memoriales de los presidentes Lincoln y Jefferson, el exterior de la Casa Blanca, la avenida Pennsylvania, el Capitolio y el complejo museístico Smithsonian, con el interesante Museo del Aire y el Espacio. Por la noche, podemos optar por descubrir los interesantes barrios de Georgetown, donde se produce el encuentro perfecto entre el pasado histórico y la modernidad o Adams Morgan, con una amplia oferta de restaurantes y bares en torno a la 18 Street.

Menos de tres horas de camino nos separan de Philadelphia, una de las ciudades más antiguas del país y en la que 13 colonias declararon su independencia de la corona de Inglaterra en 1776. Un paseo por el centro histórico nos mostrará el Independence Hall, la célebre Campana de la Libertad, el boulevard Benjamin Franklin o la considerada calle más antigua de la nación, Elfreth Alley.

Conducción hacia la gran manzana. Llegada y devolución del coche de alquiler. Regreso al hotel por nuestra cuenta. Resto del día libre para seguir disfrutando la ciudad.

Aun disponemos de parte del día para visitar alguno de los fantásticos museos que ofrece la ciudad (Metropolitan, MoMA o la interesante colección Frick), pasear por Central Park, recorrer la singular High Line, parque urbano elevado construido sobre una antigua línea de ferrocarril, o realizar las últimas compras. A la hora indicada, recogida en el hotel y traslado al aeropuerto. Trámites de facturación y embarque en el vuelo de regreso a España. Noche a bordo.

Llegada y fin del viaje.