Partimos hacia el norte atravesando Anchorage y penetrando en las fértiles tierras del valle Matanuska, lugar de asentamiento de colonos procedentes del Medio Oeste en 1.935. Podemos detenernos en Wasilla, pequeño nucleo comercial erigido entre los lagos Lucille y Wasilla. Es puerta de entrada al paso Hatcher, famoso por sus vistas de la montañas y el Parque histórico estatal de la mina Independence, que conserva los edificios, pozos y otros vestigios de la Alaska-Pacific Mining Company, una de las principales minas de oro del estado hasta su cierre, en 1.955. Nos alojamos en Talkeetna, punto de partida de las expediciones al monte Denali y que conserva el sabor de la Alaska de principios del siglo pasado: cabañas de troncos, pequeñas posadas, tiendas típicas y calles sin asfaltar, a excepción de Main Street, su orgulloso “centro histórico”.